Anko Azato fue un noble guerrero y maestro del karate okinawense, considerado como el padre del karate-do moderno.
Repetía obsesivamente las formas o katas siguiendo la regla de entrenarlos por un mínimo de 3 años por kata. Pero como base de su enseñanza trabajaba la táctica, el movimiento/esquiva corporal unificada o ‘Tai sabaki’ y los varios ángulos de los ataques indirectos (uchi) y directos (tsuki).
Por lo que se sabe, sólo tuvo un alumno, Gichin Funakoshi, a quien legó una metodología que lo llevaría a desarrollar el Karate estilo shotokan, que a su vez comparte numerosos principios técnicos y tácticos con la esgrima con sable, tanto en su modalidad clásica o kenjutsu, como en su modalidad moderna o kendo.
La enseñanza de su único estudiante la compartió con su amigo, el también maestro Yasutsune Itosu, quien era muy estricto en su método de enseñanza, teniendo a Funakoshi repitiendo vez tras vez el mismo kata, y golpeando el makiwara, pues el maestro Itosu creía más en la técnica del golpe único o ‘ikken ikkatsu’. Azato mantenía registros muy completos de todos los expertos de artes marciales de la isla, en ellos detallaba de antemano sus habilidades y defectos, por lo que decía, basándose en lo dicho por el estratega chino Sun Tzu: “Conócete a ti mismo y a tu enemigo: esta es la clave secreta de la estrategia”.
Uno de los mejores amigos de Azato-, el maestro Yasutsune Itosu fue, junto con él, directos responsables de convertir el karate en un legado cultural de Okinawa y que posteriormente fuera adquiriendo popularidad. Ambos dieron a conocer el arte de la nobleza entre el pueblo. Así, la tradición defensiva fue incluida en las escuelas públicas en la década de 1900, donde se le dio, finalmente, el nombre de karate a esa disciplina.Algunas de sus frases célebres son :
Repetía obsesivamente las formas o katas siguiendo la regla de entrenarlos por un mínimo de 3 años por kata. Pero como base de su enseñanza trabajaba la táctica, el movimiento/esquiva corporal unificada o ‘Tai sabaki’ y los varios ángulos de los ataques indirectos (uchi) y directos (tsuki).
Por lo que se sabe, sólo tuvo un alumno, Gichin Funakoshi, a quien legó una metodología que lo llevaría a desarrollar el Karate estilo shotokan, que a su vez comparte numerosos principios técnicos y tácticos con la esgrima con sable, tanto en su modalidad clásica o kenjutsu, como en su modalidad moderna o kendo.
La enseñanza de su único estudiante la compartió con su amigo, el también maestro Yasutsune Itosu, quien era muy estricto en su método de enseñanza, teniendo a Funakoshi repitiendo vez tras vez el mismo kata, y golpeando el makiwara, pues el maestro Itosu creía más en la técnica del golpe único o ‘ikken ikkatsu’. Azato mantenía registros muy completos de todos los expertos de artes marciales de la isla, en ellos detallaba de antemano sus habilidades y defectos, por lo que decía, basándose en lo dicho por el estratega chino Sun Tzu: “Conócete a ti mismo y a tu enemigo: esta es la clave secreta de la estrategia”.
Uno de los mejores amigos de Azato-, el maestro Yasutsune Itosu fue, junto con él, directos responsables de convertir el karate en un legado cultural de Okinawa y que posteriormente fuera adquiriendo popularidad. Ambos dieron a conocer el arte de la nobleza entre el pueblo. Así, la tradición defensiva fue incluida en las escuelas públicas en la década de 1900, donde se le dio, finalmente, el nombre de karate a esa disciplina.Algunas de sus frases célebres son :
- Convierte tus manos y tus pies en lanzas, sables, o mazos.
- El secreto de la victoria es concocerte a tí mismo y a tu oponente a través de una profunda preparación y observación
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